Como ya sabes, en español no es obligatorio incluir los pronombres personales sujeto. Cuando sí aparecen, el objetivo es, por lo general, diferenciar, distinguir, las personas que hablan o las personas de las que se habla.

El ejemplo de la fotografía expresa que la persona que lee ese mensaje no tiene la prioridad en ese cruce, pero que otros vehículos sí: ese es el contraste.

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Esta diferenciación puede ser muy evidente, con un contraste marcado:

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Yo no hablo demasiado bien portugués.

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Yo no hablo demasiado bien portugués, pero Petra sí, ella lo habla estupendamente porque vivió tres años en Lisboa.

Igualmente podemos incluir el pronombre sujeto también para retomar (confirmar o rechazar) lo que la otra persona ha dicho:

- Estoy haciendo un curso de cocina oriental.
- ¡Qué casualidad! Yo también estoy haciendo un curso de cocina, pero el mío es para novatos.

La aparición del pronombre sujeto es necesaria si no decimos el verbo:

- Manuel quiere ir a cenar a un restaurante vietnamita.
- Ah, yo también.
- Y yo.

Pero ese contraste puede ser menos evidente, en otros casos:

Créame, señor juez, él es culpable.
no yo, no otras personas sino la persona que digo...

Nosotros estamos preparados, con las maletas cerradas y todo a punto.
¿vosotros estáis preparados ya?

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