- Sí, querido alumno, te (10) tienes que sentar (tienes que sentarte) con las piernas cruzadas... Los de la segunda fila os (11) tumbáis con los brazos completamente estirados. Y me (12) miráis a mí porque tenéis que repetir mis movimientos...
- Oiga, maestro, que nos (13) ha dicho antes a todos que — (14) tenemos que cerrar los ojos... Entonces no — / le (15) podemos ver (no podemos verle).
- Bueno, apreciado estudiante, tú / — (16) abres los ojos y — (17) miras atentamente mis movimientos. Si no — (18) conoces la posición del loto, entonces te (19) tumbas... Los demás — (20) miran mis movimientos solo si no recuerdan los de la clase anterior... Ahora os (21) agarráis los pies con las dos manos...
- Oiga, maestro, si tengo los brazos estirados no me (22) puedo agarrar (no puedo agarrarme) los pies...
- Ya... No te (23) agarres los pies... Te (24) debes concentrar (debes concentrarte) en la armonía de tu interior... Oír el silencio y la paz...
- Oiga, maestro, eso de oír el silencio es una cosa que no tiene lógica. Yo solo oigo los ruidos de la barriga... Es que no he desayunado, ¿sabe?
- Oye, tío, ¿te (25) puedes poner (puedes ponerte) en la última fila, de pie, y solo mirar? Me (26) estás poniendo (estás poniéndome) un poquito nervioso, ¿sabes? Los demás... — (27) levantamos las piernas muy, muy despacio y — (28) respiramos profundamente.
- Oiga, maestro, si estoy de pie, como me (29) ha pedido, yo no — (30) puedo levantar las piernas...
- A ver, ¿por qué no te callas y me (31) dejas tranquilo? ¡No te (32) soporto, no te (33) aguanto!
- Oiga, maestro, le (34) veo un poco alterado... ¿Por qué no se (35) apunta a unas clases de yoga? Van muy bien para estar relajado...
- Oooommmm...