Esta familia es muy madrugadora. Yo creo que demasiado / mucho (0). Todos (1) se levantan entre las seis y media y las siete... Bueno no siempre (2), los sábados y los domingos se levantan a las siete y media o un poco (3) más tarde, a las ocho menos cuarto, aproximadamente, pero eso no es una gran diferencia. Yo nunca / casi nunca (4) me despierto, pero algunas / muchas / bastantes (5) veces hacen mucho / demasiado (6) ruido y tengo que ir a dormir a otro sitio porque la verdad a esas horas yo tengo sueño, mucho / bastante (7) sueño.
Son bastante (8) ordenados. Todos (9) saben qué tienen que hacer y nadie (10) se equivoca: Martín, el padre, se encarga de los desayunos de toda (11) la familia. La mayoría (12) de los días desayunan té y cereales, aunque algunos (13) días Martín prepara tostadas para todos / algunos (14).
Nada (15) es muy apetitoso para mí, y por eso yo sigo durmiendo. Si algún (16) día preparan beicon, salchichas o cosas así, puedo hacer un esfuerzo y despertarme. Pero no, nunca (17). Siempre (18) hacen comidas que ellos llaman “sanas”.
Martina, la madre, se ocupa de las comidas, mientras los chicos están en el colegio. Cuando cocina pone la radio demasiado / bastante (19) alta y canta, siempre / casi siempre (20) canta todas las canciones que ponen en la radio. Imposible dormir. Los olores de la cocina, horribles: la mayoría (21) de las veces prepara verduras, tofu y cosas así. Nunca (22) cocina carne porque todos (23) son vegetarianos estrictos, nadie / ninguno (24) come carne... ¡No, todos (25) no! ¡Yo no soy vegetariano. Y, claro, si no hay carne, tampoco hay ningún (26) hueso.
Yo pido pocas (27) cosas: un poco (28) de carne y un poco (29) de paz para dormir las horas necesarias, unas (30) trece o catorce. Pero en esta casa es imposible... Por eso he decidido marcharme...