Cuando salgo de la oficina, normalmente voy caminando a casa... Es un paseo que me relaja mucho, porque trabajo siete horas seguidas con ordenadores y necesito olvidar programas, software y todo eso, porque me duele la cabeza... ¡Es un trabajo horrible!
El paseo es bastante largo: casi 45 minutos desde la oficina hasta mi casa... porque suelo ir por calles tranquilas, sin coches... Muchas veces me siento un ratito en algún café... Hay bastantes sin cambiar la ruta.
Mi favorito es el que está entre la avenida Central y el parque, porque el camarero es súper simpático: pero solo me siento cuando veo que no hay muchos clientes porque entonces, con un café sobre la mesa, puedo hablar con él un buen rato de muchos temas... ¡excepto ordenadores...! ¡Odio los ordenadores!