Como puedes observar, la expresión del tiempo concreto no es importante: es siempre una perspectiva muy general del pasado, tanto si nos referimos a cuando era joven como cuando nos referimos a aquel día.
Con el pretérito imperfecto traemos al momento del hablar (al presente) situaciones y acciones del pasado, pero las acciones no se muestran realmente como acciones sino que, en general, se describen, forman parte de un marco. Con frecuencia esa descripción actúa como contraste con otra acción, representada por el presente o por el pretérito perfecto simple.