- Sonia, ¿puedes venir a (1) mi habitación un momento, por favor? ¡Te has puesto unos zapatos (2) míos de tacón alto!
- ¡No son (3) tuyos! Son de mamá...
- Ya, pero ahora son (4) míos. Y las cremas para (5) la cara, ¿qué? ¿También son (6) tuyas? ¡No! ¡Son (7) mías! Las he pagado con (8) mi dinero.
- Solo he cogido un poco para (9) los / mis granos. ¡No me gusta (10) mi cara con tantos granos!
- ¿(11) Tus granos? Esa crema no va bien para (12) los granos, tonta.
- Mira, por última vez: no puedes entrar más en (13) mi habitación y tocar (14) mis cosas. La ropa que hay aquí es (15) mía y solamente (16) mía, ¿lo entiendes?
- No, no y no. Voy a coger la blusa verde para la fiesta que Laura hace en (17) su casa el sábado.